jueves, 20 de diciembre de 2012

Qué torpe soy, Señor

Han pasado ya varios días desde que empezó el Adviento, y por unas cosas u otras, por exámenes o preocupaciones, por cansancio o pereza, no me he dado cuenta.

No me he dado cuenta del regalo que me quieres hacer, no he reparado en que de nuevo te has fijado en mí y me envías una invitación personalizada. Se me ha olvidado, como todos los años, que el repetido Adviento es nuevo, que la cinta del diurnal (1) marca páginas de espera y esperanza...

Fíjate si estoy tonto Señor, que he sido incapaz de ver la belleza de las preciosas flores que Rubén ha puesto bajo los pies de tu Inmaculada Madre. He creído que, como otras veces, me hablaban de una vida de hermosura pasajera.

Hasta hoy Jesús mío, he estado ciego, y seguramente si me despego de Ti, volveré a estarlo en breve. Hasta hoy no he visto que necesito que me salves, que en mí hay miles de cosas que no te van a dejar nacer, que el pesebre de mi corazón está congelado por las continuas nevadas de mis pecados...

Qué torpe soy Señor... pero qué suerte tengo por haberme descubierto así… torpe, inútil, tonto...

He decidido sentarme aquí mismo, en medio de la calle de mi alma, en la acera de mi corazón para pensar en Ti, para dejar que me salves de nuevo.

NOTAS

Diurno se trata de una agrupación de las horas canónicas según la existencia de la iluminación del sol, es decir corresponde a las horas canónicas que se producen én la parte diurna del día. Se fundamentan en la "Liturgia de las Horas", siendo un compendio del anterior.
 

 José Valtueña Gregorio
Blog de un seminarista

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