jueves, 21 de febrero de 2013

El peso de la oración

Una mujer pobremente vestida, con un rostro que reflejaba derrota, entró a una tienda. La mujer se acercó al dueño de la tienda y, en la manera más humilde, le preguntó si podía llevarse algunas cosas a crédito (fiado). Con voz suave, le explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar; tenían siete niños y necesitaban comida. El dueño le gritó y le pidió que abandonara su tienda.

Viendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer continuó:
"¡Por favor señor! Se lo pagaré tan pronto como pueda". El dueño le dijo que no podía darle crédito ya que no tenía una cuenta en su tienda.
De pie, cerca del mostrador, se encontraba un cliente que escuchó la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer. El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que él se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia.
El dueño, de una manera muy tosca, preguntó a la mujer: "¿Tiene usted una lista de la compra?". La mujer dijo: "Sí señor".
"Está bien," dijo el dueño, "ponga su lista en la balanza y lo que pese su lista, le daré yo en comestibles". La mujer titubeó por un momento y cabizbaja, buscó en su cartera un pedazo de papel y escribió algo en él. Puso el pedazo de papel, cabizbaja aún, en la balanza.
 

Los ojos del dueño y el cliente se llenaron de asombro cuando la balanza se fue hasta lo mas bajó y se quedó así. El dueño entonces, sin dejar de mirar la balanza y de mala gana, dijo: "¡No lo puedo creer!".
El cliente sonrió y el dueño comenzó a poner comestibles al otro lado de la balanza. La balanza no se movió por lo que continuó poniendo más y más comestibles hasta que no aguantó más.
El dueño se quedó allí parado con gran disgusto. Finalmente, agarró el pedazo de papel y lo miró con mucho más asombro.... No era una lista de compra, era una oración que decía:
"Querido Señor, tú conoces mis necesidades y yo voy a dejar esto en tus manos".
El dueño de la tienda le dio los comestibles que había reunido y quedó allí en silencio. La mujer le agradeció y abandonó su tienda. El cliente le entregó un billete de cincuenta dólares al dueño y le dijo: "Valió cada centavo de este billete, ahora sabemos cuanto pesa una oración".

La oración es uno de los mejores regalos gratuitos que recibimos. No tiene costo pero sí muchas recompensas.

webcatolicodejavier.org

2 comentarios:

  1. Gracias.

    Algunas iglesias tocan todos los días las campanas durante varias tandas que duran un ratito cada para llamar a la misa diaria. Y a dichas celebraciones religiosas va muy poca gente, una muy minoritaria parte de la población local.

    Esto me parece anacrónico, poco respetuoso y contraproducente para la Iglesia Católica. El que va a misa diaria por su costumbre y por tener reloj en casa o a la vista u oído desde ella (raro sería que no lo tuviera; p.e. las campanadas horarias del templo en cuestión) no necesita el repique. Y sin los toques diarios el 90 y pico % de la población que no acude a la misa diaria (ni los domingos) disfrutaría de menos molestia o contaminación acústica. Y la Iglesia se adecuaría a los tiempos, respetaría a toda la población y ganaría una mejor imagen, que ya está bastante dañada (por algo casi nadie va a misa). Si molestan a la gente sin interés en los asuntos católicos difícilmente van a ganar nuevos feligreses; pero si respetan a las personas tendrían alguna opción más. Vamos, se trata simplemente de llevar una de las principales cosas que predican, que es bastante universal y deseable: el respeto.

    Hoy en día el fútbol tiene muchos más adeptos, es como una "religión" para mucha gente. Si los bares tocaran bocinas o sirenas para anunciar los varios partidos que dan en la televisión cada semana, imaginaos. Y si hicieran lo propio las tiendas cuando abren, y las oficinas, etc. sería un desastre, ¿no?

    ¿Se da este problema en muchos barrios, pueblos o ciudades?

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    Respuestas
    1. Hola, lo primero gracias por tu comentario y por dar tu opinión.

      Lo que dices de las campanas, es cierto que sirven para avisar de algún acontecimiento especial, como puede ser la Misa, si doblan a muertos, etc...

      Que yo sepa, este "problema" (si se le puede llamar así), no se dá en muchos sitios, yo por lo menos no se ningún caso.

      No digo que no pueda ser un problema sonoro en algunos sitios, tienes razón, pero por ejemplo los casinos o las discotecas hacen mucho mas ruido que unas campanas y siempre están llenos. Por eso, no pienso que esté causando un mal para la Iglesia, al revés.

      Con lo del fútbol, sale en la tele todos los dias y a todas horas y nadie se queja, pero si sale el Papá o alguna noticia relacionada con la Iglesia que no sea polémica, ya esta la gente diciendo que si molesta.

      Un saludo y que Dios te bendiga.

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