martes, 29 de octubre de 2013

Lectio Divina

Lectio Divina para orar la Palabra de Dios

PRESENTACIÓN

Estimado amigo, la Lectio Divina puede ayudarte a saborear en la oración la Palabra de Dios según el Evangelio de cada domingo.

Te invitamos a meditar de la Palabra según el método de la “lectio divina” o “lectura orante de la Palabra”.


¿Qué es la “lectio divina” o lectura orante de la Palabra?

• Es un método muy antiguo en la Iglesia para orar desde y con la Palabra de Dios.
• No es sólo una la lectura de algún texto bíblico.
• Es un proceso o itinerario que nos lleva al encuentro con el Señor por medio de la Palabra.
• Es un encuentro con el Verbo, Jesús de Nazaret, que es el centro de toda la Biblia y la Palabra definitiva y total del Padre.
• Dios nos habla en su Palabra. Y nosotros le respondemos en la oración.
• La lectura orante (lectio divina) es el diálogo de oración (alabanza, acción de gracias, petición de perdón y petición de gracias) entre Dios y el creyente por medio de la Palabra.

El concilio Vaticano II lo recomendó afirmando:

“El Santo Sínodo recomienda insistentemente a todos los fieles, especialmente a los religiosos, la lectura asidua de la Escritura para que adquieran -la ciencia suprema de Jesucristo- (Flp 3, 8), -pues desconocer la Escritura es desconocer a Cristo-…. (Los fieles) recuerden que a la lectura de la Sagrada Escritura debe acompañar la oración para que se realice el diálogo de Dios con el hombre, pues -a Dios hablamos cuando oramos, a Dios escuchamos cuando leemos los oráculos divinos-” (Dei Verbum 25).

El Papa Benedicto XVI nos recomendó esta antigua práctica que literalmente quiere decir «lectura de Dios»:

"La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón".

Esta propuesta ha recibido en los últimos cuarenta años un nuevo impulso en toda la Iglesia tras la publicación de la constitución dogmática «Dei Verbum» del Concilio Vaticano II (18 de noviembre de 1965).

«Si se promueve esta práctica con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia»

«No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Si bien la lectura orante de la Biblia se remonta a los primeros cristianos, el primero en utilizar la expresión «Lectio divina» fue Orígenes (aproximadamente 185-254), teólogo, quien afirmaba que para leer la Biblia con provecho es necesario hacerlo con atención, constancia y oración.

Más adelante, la «Lectio divina» se convirtió en la columna vertebral de la vida religiosa. Las reglas monásticas de Pacomio, Agustín, Basilio y Benito harían de esa práctica, junto al trabajo manual y la liturgia, la triple base de la vida monástica.

La sistematización de la «Lectio divina» en cuatro peldaños proviene del siglo XII. Alrededor del año 1150, Guido, un monje cartujo, escribió un librito titulado «La escalera de los monjes», en donde exponía la teoría de los cuatro peldaños: la lectura, la meditación, la oración y la contemplación».

«Esa es la escalera por la cual los monjes suben desde la tierra hasta el cielo», afirmaba.
 

Cómo orar con la Palabra de Dios

La lectura orante de la Palabra, más que una reflexión, es una experiencia de encuentro personal e íntimo con Dios, que te ama y sale a tu encuentro. Estos pasos te van llevando al mismo interior de la Palabra.

1. Invoca… al Espíritu Santo. Pídele que te ilumine y te abra a la comprensión de la Palabra y que te anime a la respuesta con tu vida.

2. Lee… muy despacio el texto bíblico. Vuelve a leerlo. Lee también algún comentario que te ayude a conocer mejor el sentido del texto. Dale tiempo al Señor y escucha el mensaje que Él quiere darte en esta Palabra.

3. Medita… qué te dice la Palabra que has leído lentamente. Una vez que hayas captado el sentido del texto, entonces puedes hacerte esta pregunta: qué me dice esta Palabra.

4. Ora… respóndele al Señor que te ha dado su mensaje en la Palabra meditada. Tu actitud sea la de la Virgen María: Hágase en mí según tu Palabra.

5. Contempla… quédate impresionado, fascinado, en silencio, en calma. Déjate animar por el ardor de la Palabra, como quien recibe el calor del sol.

6. Actúa…. Haciendo un compromiso que brote de este encuentro con el Señor. Es el salto a la vida. Animado e invadido por la Palabra, regresa a la vida con otra actitud.

Recuerda. “El Evangelio es el libro de la vida del Señor y está escrito para que se convierta en el libro de nuestra vida… No sólo hay que leerlo, sino interiorizarlo. Cada Palabra es Espíritu y vida, y está esperando un corazón hambriento para entrar en él” (M Delbrel).

Si eres fiel a la oración con y desde la Palabra de Dios, tu vida irá cambiando. La Palabra te hará confrontar tus criterios, valores, sentimientos, actitudes y conducta con lo que ella misma te vaya inspirando. Ama la Palabra, estúdiala, déjala que moldee tu personalidad. Te lo deseo vivamente.

Los tres ciclos del año litúrgico

El año litúrgico se distribuye en tres ciclos: A, B y C. En el ciclo A, se lee el Evangelio según san Mateo. En el ciclo B, se lee el Evangelio según san Marcos y en el ciclo C se lee el Evangelio según san Lucas.

Martín Irure
catholic.net

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viernes, 25 de octubre de 2013

Si me ves cansado...

Si me ves cansado fuera del sendero, ya casi sin fuerzas para hacer camino.
Si me ves sintiendo que la vida es dura, porque ya no puedo, porque ya no sigo...
ven a recordarme cómo es un comienzo, ven a desafiarme con tu desafío.
Muéveme en el alma, vuélveme al impulso, llévame a mí mismo.

Yo sabré entonces encender mi lámpara en el tiempo oscuro, entre el viento frío.
Volveré a ser fuego desde brasas quietas, que alumbre y reviva mi andar peregrino.
Vuelve a susurrarme aquella consigna del primer paso para un principio.
Muéstrame la garra que se necesita para levantarse desde la caída.

Si me ves cansado fuera del sendero, sin ver más espacios que el de los abismos
Trae a mi memoria que también hay puentes, que también hay alas que no hemos visto,
Que vamos armados de fe y de bravura, que seremos siempre lo que hemos creído.
Que somos guerreros de la vida plena, y todo nos guía hacia nuestro sitio.

Y que un primer paso, y que un nuevo empeño, nos lleva a la forma de no ser vencidos.
Que el árbol se dobla, se agita, estremece, deshoja y retoña, pero queda erguido.
Que el único trecho que da el adelante es aquel que cubre nuestro pie extendido.

Si me ves cansado fuera del sendero, solitario y triste, quebrado, herido.
Siéntate a mi lado, tómame las manos, entra por mis ojos hasta mi escondrijo.
Y dime . . . ¡SE PUEDE!, e insiste, ¡SE PUEDE!, hasta que yo entienda que puedo lo mismo.

Que tu voz despierte, desde tu certeza, al que de cansancio se quedó dormido.
Y, tal vez, si quieres, préstame tus brazos, para incorporarme, nuevo y decidido.
Que la unión es triunfo cuando hombro con hombro vamos, ¡sí, se puede!, con el mismo brío.

Si me ves cansado fuera del sendero, lleva mi mirada hacia tu camino.
Hazme ver las huellas, que allá están marcadas, de un paso tras otro por donde has venido.

Y vendrá contigo una madrugada, la voz insistente para un nuevo inicio.
Que abriré otro rumbo porque sí he creído, ¡QUE SIEMPRE SE PUEDE... se puede, mi amigo!

abandono.com
iglesia.org

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miércoles, 23 de octubre de 2013

El Papa: Si la Iglesia no llevase a Jesús como María, sería una Iglesia muerta


En su catequesis de esta mañana en la Plaza de San Pedro ante unas 90 mil personas, el Papa Francisco reflexionó sobre la Virgen María como modelo de la Iglesia, que lleva a Jesús a todos. El Santo Padre dijo que si la Iglesia no hace esto que hace la Madre de Dios, entonces se convertiría en una "Iglesia muerta".

María como modelo de la Iglesia "en el orden de la fe, de la caridad y de la unión perfecta con Cristo", según la definición del Concilio Vaticano II, ha sido el tema de la catequesis del Papa hoy.

El Papa dijo que "María quiere darnos, también a nosotros, ese gran regalo que es Jesús: y con Él su amor, su paz, su alegría. Así hace la Iglesia: es como María, no es un negocio, no es una organización humanitaria, no es una ONG, pero tiene el mandato de llevar a todos a Cristo y su Evangelio; no se lleva a sí misma, pequeña, grande, fuerte o débil lleva a Jesús. Y tiene que ser como María cuando fue a visitar a Isabel. ¿Que le llevaba María? A Jesús. La Iglesia lleva a Jesús: este es el centro de la Iglesia: llevar a Jesús. Si, por hipótesis, alguna vez sucediera que la Iglesia no llevase a Jesús, sería una Iglesia muerta. La Iglesia tiene que llevar la caridad de Jesús, el amor de Jesús".

María es modelo de fe, no sólo porque como judía esperaba de todo corazón la redención de su pueblo, sino también porque con el "sí" que pronuncia en la Anunciación se adhiere al proyecto de Dios "y desde ese momento su fe recibe una nueva luz : se centra en Jesús... La fe de María es el cumplimiento de la fe de Israel y en este sentido es el modelo de la fe de la Iglesia, que está centrada en Cristo , la encarnación del amor infinito de Dios".

La madre de Cristo vive esta fe "en la sencillez de las mil ocupaciones y preocupaciones cotidianas; esa existencia normal fue el terreno donde se desarrolló una relación única y un diálogo profundo entre ella y Dios, entre ella y su hijo . El ‘sí’ de María, ya perfecto desde el principio, creció hasta la hora de la Cruz. Allí, su maternidad se dilató, abrazando a cada uno de nosotros... para llevarnos a su Hijo. María vivió siempre inmersa en el misterio de Dios hecho hombre, como su primera y perfecta discípula, meditando cada cosa en su corazón a la luz del Espíritu Santo , para entender y poner en práctica toda la voluntad de Dios".

Para explicar el segundo aspecto, María, modelo de caridad, el Papa utilizó el relato evangélico de la visita a Isabel, su prima. "Visitándola María no le dio sólo ayuda material -que es importante - también le llevó a Jesús , que ya vivía en su seno. Llevar a Jesús a aquella casa significaba llevar la alegría , la alegría plena.... la que procede de Jesús y el Espíritu Santo, y se expresa en la caridad gratuita, en el compartir, ayudarse , comprenderse".

María es también modelo de unión con Cristo. "La vida de la Virgen santa era la vida de una mujer de su pueblo, rezaba, trabajaba, iba a la sinagoga ... Pero llevaba a cabo cada acción en perfecta unión con Jesús".

Esa unión, concluyó el Papa, "alcanza su culmen en el Calvario: aquí María se une a su Hijo en el martirio del corazón y en la ofrenda de la vida al Padre para la salvación de la humanidad. Nuestra Señora hizo suyo el dolor del Hijo y aceptó con él la voluntad del Padre, en la obediencia que da fruto, que da la verdadera victoria sobre el mal y la muerte".

aciprensa.com

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domingo, 20 de octubre de 2013

Aprendamos a rezar siempre sin cansarnos, exhorta el Papa


En sus palabras previas al rezo del Ángelus dominical, el Papa Francisco exhortó a los miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro a aprender a rezar siempre, sin cansarnos.

El Santo Padre recordó que en el Evangelio de este domingo, “Jesús relata una parábola sobre la necesidad de rezar siempre, sin cansarse. La protagonista es una viuda que, a fuerza de suplicar a un juez deshonesto, logra que él le haga justicia”.

“Y Jesús concluye: si la viuda logró convencer a aquel juez, ¿piensan que Dios no nos escuche, si le rezamos con insistencia? La expresión de Jesús es muy fuerte: ‘¿No hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche?’”.

“’¡Clamar día y noche’ a Dios! Nos sorprende esta imagen de la oración. Pero preguntémonos: ¿por qué Dios quiere esto? ¿Acaso Él no conoce ya nuestras necesidades? ¿Qué sentido tiene ‘insistir’ con Dios?”.

Francisco señaló que “esta es una buena pregunta, que nos hace profundizar un aspecto muy importante de la fe: Dios nos invita a orar con insistencia, no porque no sabe de qué cosa tenemos necesidad, o porque no nos escucha. Al contrario, Él escucha siempre y conoce todo de nosotros, con amor”.

“En nuestro camino cotidiano, especialmente en las dificultades, en la lucha contra el mal, fuera y dentro de nosotros, el Señor no está lejos, está a nuestro lado; nosotros luchamos junto a Él, y nuestra arma es precisamente la oración, que nos hace sentir su presencia junto a nosotros, su misericordia, también su ayuda”.

Sin embargo, anotó, “la lucha contra el mal es dura y larga, requiere paciencia y resistencia – como Moisés, que debía tener los brazos alzados para hacer vencer a su pueblo. Y así hay una lucha que llevar adelante cada día; pero Dios es nuestro aliado, la fe en Él es nuestra fuerza, y la oración es la expresión de esta fe”.

“Por eso Jesús nos asegura la victoria, pero al final se pregunta: ‘Cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?’. Si se apaga la fe, se apaga la oración, y nosotros caminamos en la oscuridad, nos perdemos en el camino de la vida”.

“Aprendamos, por tanto, de la viuda del Evangelio a rezar siempre, sin cansarnos”.

El Papa señaló que la mujer mencionada por Jesús en el Evangelio “¡era buena esta viuda, sabía luchar por sus hijos y pienso en tantas mujeres que luchan por su propia familia, que rezan, que no se cansan jamás!”.

“Un recuerdo hoy, de todos nosotros, a estas mujeres que con su actitud nos dan un verdadero testimonio de fe, de coraje, de modelos de oración. ¡Un recuerdo a ellas!”.

El Santo Padre pidió luego “rezar siempre, ¡pero no para convencer al Señor a fuerza de palabras! ¡Él sabe mejor que nosotros de qué cosa tenemos necesidad!”.

“Más bien la oración perseverante es expresión de la fe en un Dios que nos llama a combatir con Él, cada día, cada momento, para vencer el mal con el bien”, concluyó.

aciprensa.com

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Evangelio del Domingo

Evangelio según San Lucas 18,1-8

Después Jesús les enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse:
"En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres;
y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: 'Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario'.
Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: 'Yo no temo a Dios ni me importan los hombres,
pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme'".
Y el Señor dijo: "Oigan lo que dijo este juez injusto.
Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar?
Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?".

Comentario del Evangelio:"Les dijo una parábola para mostrarles que hay que orar sin cesar" Por: San Agustín

"Todas mis ansias están en tu presencia" (Sal. 37,10)... Tu deseo, es tu oración; si tu deseo es continuo, tu oración también es continua. Por eso el apóstol Pablo dijo: "orar sin cesar" (1Te 5,17). ¿Puede decirlo porque, sin tregua, doblamos la rodilla, prosternamos nuestro cuerpo, o elevamos las manos hacia Dios? Si decimos que rezamos sólo en estas condiciones, no creo que pudiéramos hacerlo sin tregua.

Pero hay otra oración, interior, que es sin tregua: es el deseo. Aunque te encuentres en cualquier ocupación, si deseas este descanso del sábado, del que hablamos, rezas sin cesar. Si no quieres dejar de rogar, no dejes de desear.

¿Tu deseo es continuo? Entonces tu grito es continuo. Te callarás sólo si dejas de amar ¿Quienes son los que se callaron? Son aquellos sobre los que se dijo: "al crecer la maldad, la caridad de muchos se enfriará" (Mt 24,12). La caridad que se enfría, es el corazón que se calla; la caridad que quema, es el corazón que grita. Si tu caridad subsiste sin cesar, gritas sin cesar; si gritas sin cesar, es porque deseas siempre; si estás repleto de este deseo, es porque piensas en el descanso eterno.

evangeliodeldia.org

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viernes, 18 de octubre de 2013

Dios sonrió: "¿Qué quieres preguntarme?"

" Te gustaría entrevistarme?", Dios preguntó.

"Si tienes tiempo", le dije.

Dios sonrió: "Mi tiempo es eterno, ¿qué quieres preguntarme?"

"Que opinas de mí?...", pregunté.

Y DIOS ME RESPONDIO...

Tienes prisa porque los pequeños crezcan - y tan pronto crecen quieres que sean niños de nuevo.

Pierdes tu salud para hacer dinero y luego usas tu dinero para recobrar la salud.

Estás tan ansioso por el futuro, que olvidas el presente;

vives la vida sin presente y como si nunca fueses a morir, y mueres como si nunca hubieses vivido...


LAS MANOS DE DIOS TOMARON LAS MIAS Y ESTUVO EN SILENCIO POR UN RATO Y ENTONCES LE PREGUNTE....


"Padre, dime, que lecciones deseas que yo aprenda?"

Dios respondió con una sonrisa:

Que aprendas que no puedes hacer que todos te amen y lo que puedes hacer es amar a los demás.

Que aprendas que lo más valioso no es lo que tengas en la vida, sino que tienes vida.

Que aprendas que no es bueno compararte con los demás.

Que aprendas que una persona rica no es la que tiene más, sino la que necesita menos.

Que aprendas que únicamente toma unos segundos herir profundamente a una persona que amas,

y que puede tomar muchos años cicatrizar la herida.

Que perdonar se aprende perdonando.....

Que aprendas que hay personas que te aman entrañablemente, y que muchas veces no saben como expresarlo....

Que aprendas que dos personas pueden mirar la misma cosa y las dos perciben algo diferente.

Que perdonar a los otros no es fácil, y que perdonarse a si mismo es el primer paso....

Y que aprendas que Yo siempre estoy aquí para ti...

SIEMPRE.

iglesia.org

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Artículo de la semana:

Vengo por ti

Estoy cansado de trabajar y de ver a la misma gente, camino a mi trabajo todos los días, llego a la casa y mi esposa sirvió lo mismo de la c...

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