Durante mi segundo trimestre en la escuela de enfermería, nuestro profesor nos puso un examen sorpresa. Yo era un estudiante aplicado y leí rápidamente todas las preguntas para hacerme una idea de la dificultad del examen. Cuando llegué a la última pregunta, me quedé un poco desconcertado, porque estaba redactada de la siguiente forma: “¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?”
Mi pensamiento más inmediato fue que esto se trataba de algún tipo de broma. La verdad es que yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello castaño, con gafas, de unos cincuenta años, pero... ¿cómo iba yo a saber su nombre?
Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaba para la nota del examen. “Por supuesto”, dijo el profesor. “En sus carreras, ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes. Ellas merecen su atención y cuidado, aunque sólo les sonrían y digan “Hola”.
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viernes, 13 de diciembre de 2013
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