Si la nota dijese: una nota no hace una melodía,... no habría sinfonía.
Si la palabra dijese: una palabra no puede hacer una página.... no habría libro.
Si la piedra dijese: una piedra no puede levantar una pared.... no habría casa.
Si la gota dijese: una gota no puede formar un río,... no habría océano.
Si el grano de trigo dijese: un grano no puede sembrar un campo ... no habría cosecha.
Si el hombre dijese: un gesto de amor no puede salvar a la humanidad nunca habría justicia, ni paz, ni dignidad, ni felicidad sobre la tierra.
Ama y obra de verdad, pues sólo el amor puede vencer al sufrimiento y el peso del amor que pones en el mundo aunque tú no veas su fruto, da una nueva sangre al cuerpo cansado de la humanidad.
Porque así como la sinfonía necesita de cada nota, como el libro necesita de cada palabra, como la casa necesita de cada piedra, como la cosecha necesita de cada grano de trigo, la humanidad entera tiene necesidad de ti, allí donde estés, ya que eres único, y por tanto irreemplazable.
webcatolicodejavier.org
miércoles, 11 de junio de 2014
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