"No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.
Muchos me dirán aquel día: "Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y hemos expulsado los demonios en tu nombre, y hemos hecho prodigios en tu nombre?"
Entonces yo declararé ante ellos: "Jamás os he conocido: apartaos de mí, los que obráis la iniquidad".
"Por lo tanto, todo el que oye estas palabras mías y las pone en práctica, es como un hombre prudente que edificó su casa sobre roca;
y cayó la lluvia y llegaron las riadas y soplaron los vientos: irrumpieron contra aquella casa, pero no se cayó porque estaba cimentada sobre roca.
"Pero todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica es como un hombre necio que edificó su casa sobre arena;
y cayó la lluvia y llegaron las riadas y soplaron los vientos: se precipitaron contra aquella casa, y se derrumbó y fue tremenda su ruina.
Cuando terminó Jesús estos discursos las multitudes quedaron admiradas de su enseñanza,
porque les enseñaba como quien tiene potestad y no como los escribas.
Meditacion
Sé prudente, tú que has escuchado la Palabra de Dios y ponla en práctica, que con ello te ganas la vida en el Cielo Eterno. No es un cuento para no dormir; es la realidad para vivir, y vivir las maravillas de un Cielo para ti, donde de continuo recibes el amor de todo un Dios y de Su Madre; la Madre del mismo Dios Amor.
¡Que suerte la tuya!
¡Que alegría la mía!, que te salves.
Recuerda, edifica tu casa sobre roca.
P. Jesús
catholicosonline.com
jueves, 25 de junio de 2009
No todo el que dice “Señor, Señor…”
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