Madre Teresa de Calcuta
Yo no pienso nunca en términos de muchedumbre en general, sino de personas.
Si pensase en muchedumbres, no empezaría nunca.
Lo que importa es la persona.
Yo creo en el encuentro de persona a persona.
Es fácil amar a los que viven lejos.
No siempre lo es amar a quienes viven a nuestro lado.
Es más fácil ofrecer un plato de arroz para saciar el hambre de un necesitado que confortar la soledad y la angustia de alguien que no se siente amado dentro del hogar que compartimos.
Lo importante para nosotros es el individuo.
Para amar a una persona, hay que acercarse a ella.
Para mí, cada persona es única en el mundo.
jueves, 7 de enero de 2010
La alegría de darse a los demás
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