Vivir, en lugar de ser vivido. De eso se trata. Ya que el que no pueda decir no, enfermará.
Quien quiera responder siempre a todas las expectativas, pronto notará con dolor sus límites. Ya sea en la pareja, en la profesión, en la educación; para todas las relaciones se aplica que es importante poder delimitarse. Muchos viven más allá de sus fuerzas o sus condiciones. En algún momento se percatan de que han perdido su centro.
Pero sólo quien tiene su centro podrá crecer más allá de sus propios límites. Para que el encuentro resulte, es necesario un buen equilibrio entre la protección y la propia apertura, entre la delimitación y la entrega Sólo aquel que sepa de límites, también podrá traspasarlos para acercarse al otro y encontrarlo verdaderamente.
¿Pero cóḿo resulta la vida de una persona, que siempre es una vida de relación? Sin la capacidad de delimitarse no es posible percibir la propia persona y desarrollar su personalidad. (..) A través de mi voz, de mi habla, llego a la otra persona, y de este modo se produce el encuentro. Para que el encuentro resulte es necesario un buen equilibrio entre límite y violación del límite, protección y apertura, delimitación y entrega de sí mismo. Debo conocer mi límite. Recién entonces podré traspasarlo para acercarme al otro y encontrarlo, para palparlo en el encuentro y, probablemente, experimentar un momento de llegar a ser uno.
Anselm Grün y María M. Robben
Extraído de "Límites sanadores. Estrategias de autoprotección"
viernes, 16 de noviembre de 2012
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